Hanumanasana – Postura del Mono

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Nombres

Hanumanasana, Postura del Mono

Cómo hacer Hanumanasana

Hanumanasana en yoga se conoce comúnmente como ‘hacer las divisiones’.
Siéntate en Utkatasan, pon la mano delante de la nariz y comprueba qué fosa nasal está activa. Ahora, coloca las manos en el suelo junto a ti y empieza a estirar hacia delante la pierna de tu lado activo. Con la exhalación lleva la pierna activa al frente y la inactiva hacia atrás, al principio con el peso sobre tus manos. Estírate completamente.
Si eres capaz de poner las piernas rectas sobre el suelo, puedes traer las manos al pecho en la posición Namaste.
Si quieres avanzar más de eso, puedes estirar tus manos hacia arriba, mirar hacia el cielo e inclinarte hacia atrás.
Para salir de la postura, primero coloca tus manos en el suelo y descansa el peso sobre ellas mientras elevas tu cuerpo. Toma una respiración profunda, mantén tu peso y primero trae la pierna trasera cerca del cuerpo y después la delantera. Muévete con cuidado y despacio.

Beneficios de Hanumanasana

Obviamente, Hanumanasana ayuda mucho a ganar flexibilidad. ¡Pero no sólo eso!. Esta postura de yoga estira y fortalece los tendones de las corvas, especialmente cuando no puedes poner las piernas rectas en el suelo y necesitas el apoyo de tus brazos.
Previene la ciática y si practicas la postura del mono suavemente y con cuidado, te ayuda contra el dolor de ciática.
Hanumanasana estimula los órganos abdominales y hace que la sangre fluya decuadamente por las venas. Si tienes insomnio, te ayuda a recuperar la normalidad en tu ritmo. El potente flujo sanguíneo elimina las toxinas y ayuda a tu piel a estar fresca y viva, ¡yoga para la belleza!.

Puntos para Focalizar

Si practicas Hanumanasana, generalmente es mejor hacerlo directamente en el suelo o en una manta en vez de en la esterilla de yoga. La esterilla evita que tu pie se deslice y puede dificultar el ejercicio.
Al principio, incluso puedes poner una manta en tus rodillas y tobillos.

Cuándo Evitar Hanumanasana

En general, necesitas ser muy cuidadoso al hacer esta postura para no dañar o romper los tendones de las corvas. Párate siempre que sientas un estiramiento intenso y quédate ahí por un rato.
Si tus tendones de las corvas ya están lesionados o dañados, no hagas esta postura.

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